Celia Cruz

La reina de la salsa

Conocida como Celia Cruz nació en La Habana, Cuba, en 1925, y murió en los Estados Unidos en 2003.
Cantante de salsa que pasó parte de su vida en Estados Unidos. Reconocida en el mundo entero, Celia Cruz es sin duda la cantante cubana más famosa y mejor pagada de todos los tiempos.
Cruz fue la cantante cubana y latinoamericana más exitosa del siglo XX, con veintidós álbumes de oro a su nombre. Celia ha sido conocida en el mundo entero por su excelente calidad como cantante y por su famosa frase "¡Azúcar!", símbolo de su filosofía de vida.
Celia empezó a cantar desde niña; cuando tenía once años cantó para un turista que, encantado, le compró un par de zapatos. Con otras canciones y otros turistas calzó a todos los niños de la casa.
Después se dedicó a observar los bailes y a las orquestas hasta conseguir ingresar en el Conservatorio Nacional de Música. Celia ganó varios apodos: Reina Rumba, Guarachera de Oriente y, desde las giras -por México, Argentina, Venezuela, Colombia...-, la Guarachera de Cuba.
Por cuestiones políticas salió de Cuba y se fue a la República Dominicana, de allí a México y después a los Estados Unidos, de donde no regresó.
En 1962 Celia se casó con un trompetista de la orquesta, Pedro Knight. Y empezó su trayectoria como solista junto al percusionista Tito Puente.
Antes de ingresar a la orquesta Sonora Matancera, Celia participó en un espectáculo musical y comedia titulado "La corte suprema del arte" donde compartió escena con cantantes destacados de la época. Eso era apenas el principio.
En 1948, fue contratada como cantante del grupo de bailarinas Las Mulatas de Fuego. El grupo alcanzó gran éxito llegando a viajar a Cafarnaún. En Venezuela, es contratada para grabar sus primeros discos comerciales.
El 15 de julio de 1960, ya iniciada la Revolución cubana dirigida por Fidel Castro, surge un contrato para La Sonora Matancera en México. Celia Cruz no imaginaba que jamás volvería a pisar suelo cubano.
Durante los años 1980, Celia grabó y realizó varias giras en Latinoamérica, dando múltiples conciertos y shows de televisión donde quiera que iba, cantando tanto con estrellas jóvenes como de su propia época.
En 1982 se reencontró con la Sonora Matancera, y grabó el disco Feliz Encuentro. Ese mismo año, también se le rindió un homenaje en el Madison Square Garden, y la acompañaron todos aquellos que la respaldaron en su carrera artística y también artistas invitados.
En 1987 en Santa Cruz de Tenerife fue reconocida por la editora del Libro Guinness de Récords, como el concierto más grande al aire libre que se mantiene en la actualidad, a ese mismo concierto en la Plaza de España de Santa Cruz, acudieron 250.000 personas (bailando la misma canción).
En 1989, ganó su primer Premio Grammy por su disco que grabó con Ray Barretto y también fue invitada para celebrar los 65 años de la Sonora Matancera en el Central Park de Nueva York, En 1990, logra viajar a Guantánamo (Cuba), para dar un concierto. Cuando salió de esta presentación se llevó en una bolsa unos gramos de tierra de Cuba, la misma que pidió que fuera colocada en su ataúd.
En 1992 participó con los actores Antonio Banderas en la película Los reyes del Mambo. También participó en el homenaje discográfico que se le rindió a la cantante y actriz hispana Lola Flores, grabando a dueto con ella su ya famoso tema Burundanga.
En el 2000 gana el Grammy por su álbum Celia and Friends.
En el 2001 gana nuevamente el Grammy por su disco "Siempre Viviré"
En el 2002, grabó La Negra tiene Tumbao, en el incursiona en las variantes modernas de los ritmos caribeños, influidos por el rap y el hip hop.
En este año se descubrió que tenía un tumor cerebral. Grabó su último disco Regalo del alma, y recibe un homenaje por parte de la cadena hispana estadounidense.
La tarde del 16 de julio de 2003, falleció en su casa en Nueva Jersey. Su sepelio reunió a más de 150 mil personas en Miami, y similar cantidad en Nueva York. El sepelio de Nueva York constituyó uno de los más grandes que recuerda esa ciudad, superando incluso al de Judy Garland.
En febrero de 2004, su último álbum, publicado después de su muerte, ganó un premio póstumo en los Premios Lo Nuestro como mejor álbum de salsa del año.
Es poseedora de una estrella en el paseo de la fama en Hollywood, cinco premios Grammy, doctorados Honoris Causa de tres universidades de Estados Unidos, así como recibió en 1994 el premio National Endowment for the Arts, de manos del entonces presidente Bill Clinton, que constituye el más alto reconocimiento que otorga el gobierno de los Estados Unidos a un artista.